Por: Profra. Gabriela Álvarez Ponce
Directora de Preescolar
La lectura es un hábito que se
crea desde los primeros años de los pequeños y se debe fomentar tanto en la
escuela como en casa. A través de este hábito, desarrollamos la habilidad
de observar y prestar atención, además estimulamos nuestra concentración, y
adquirimos la capacidad de análisis, reflexión y diálogo. Sin embargo, si no se
practica regularmente, el hábito se pierde con facilidad.
El primer maestro de su hijo es usted mismo.
Es
importante demostrar lo divertida que es la lectura. Jugar, cantar, intercambiar
ideas y leer en voz alta son excelentes actividades para preparar
a los pequeños para aprender a leer. Estas actividades ayudan a los
niños a asociar las palabras que ven y escuchan, convirtiéndolos poco a
poco en buenos lectores.
Permita que sus niños lo vean leyendo, así les muestra que usted disfruta
de la lectura y que esta actividad le da valor agregado a su vida.
Las estrategias en esta guía
convertirán las actividades cotidianas en experiencias educativas.
De 1 a 2 años: Comienzan a tomar importancia los textos, las imágenes
deben ser familiares para él y la historia debe contener acciones con las que
su hijo se pueda identificar.
De 2 a 3 años: Los niños comienzan a disfrutar con las historias secuenciadas. Léale más de una vez la misma historia y deténgase en los detalles de cada ilustración para dialogar con su pequeño y motivarlo a que exprese sus pensamientos.
De 3 a 6 años: Se recomienda leer libros más extensos, con ilustraciones y
dividido por capítulos para leer en varios encuentros, elegir libros con
patrones de rimas repetitivas que estimulen la participación de los niños,
ofrecerles libros con temática variada, que contengan nuevas palabras para él y diferentes estilos de lenguaje.
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