“La familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz”
Papa Francisco.
Escrito por: Prof. Angel Aguiñaga y Prof. Omar Corona Rivera
En
estos tiempos de encuentro y convivencia en el hogar, han sido muchas las
nuevas experiencias que como familia hemos tenido, y sin duda, vamos logrando compenetrarnos
cada vez más al interior de nuestro hogar, con nuestra familia, en la
convivencia y el trato diario que nos han mostrado las fortalezas, así como las
áreas de oportunidad que juntos podemos seguir transformando. Hoy somos más
conscientes de la necesidad del amor en la familia, amor que ennoblece la
existencia de cada uno, que le añade valor, amor que favorece las relaciones
sanas entre los miembros, amor que promueve la expresión del afecto, por medio
de palabras como por favor, gracias e incluso perdón. Este amor, favorece
relaciones seguras y propicia un bienestar emocional.
Sin
embargo, a pesar de la convivencia familiar, el aislamiento y la monotonía nos
puede llevar a enfrentar diferentes barreras que van limitando el encuentro
real con el otro. Aquí mencionaremos aquellas situaciones que propician un
estancamiento familiar, así como algunos caminos útiles que convergen en
esencia en el Amor mismo; Dios.
LA FAMILIA
Así como el todo es más que la suma de sus partes, en la familia cada miembro contribuye de manera única al funcionamiento del hogar trascendiendo y actualizando la experiencia viva del amor a través de la sabiduría de los abuelos; el consejo de los mayores, el esfuerzo de los padres en su quehacer cotidiano, la frescura de los jóvenes, la auténtica alegría y el asombro de los niños, las sonrisas, los juegos, el buen humor, acompañamiento en los momentos difíciles, diferentes cuidados y la educación que solo se pueden experimentar de forma plena en la familia y que son vivencias palpables que generan un impacto en cada uno de forma individual, alimentando así su realidad personal.
De esta manera, Jesús nos recuerda: «Ustedes son la luz del mundo» (Mt 5, 14a), pues al ser transformados cada uno, se logra transportar esa experiencia del amor, ternura y cercanía hacia otros entornos, aquellos en donde se desenvuelven, tales como el trabajo; los amigos, escuela, personas cercanas, etc. La familia como grupo social, debe cumplir varias funciones básicas como son: acompañar en la educación y promover la vida, así como la función económica, cultural y espiritual.
LAS FRONTERAS
La
comunicación entre familiares es imprescindible para que sus vínculos permanezcan
fortalecidos, mismos que en algunos momentos se han visto lastimados por el
abuso de nuevas tecnologías, indiferencia o incluso por las prisas del día a
día.
El
inadecuado uso de nuevas tecnologías y el exceso de información de primera mano
como: películas, series y videojuegos, puede hacernos caer en el error de darle
mayor peso a estas distracciones y perdernos en el camino, entrando en una
especie de laberinto sin salida. Si bien hoy la tecnología nos acerca a las
personas lejanas, puede también alejarnos de las personas más cercanas, en este
caso, de nuestra familia.
Otro
factor importante es la falta de diálogo, pues puede generar discordias entre
los miembros de la familia, ya que al no propiciar una comunicación amable y
eficiente se puede caer en la suposición, que no permite una libre expresión
del sentimiento, de las emociones, los planes, proyectos y deseos del
individuo, y que termina debilitando la confianza que fortalece la convivencia
familiar.
La indiferencia
y la monotonía también nos pueden llevar a pensar que realizamos las mismas
actividades una y otra vez, y con ello, se va perdiendo la capacidad de asombro
sobre las diferentes virtudes y cualidades que cada miembro ha desarrollado y
de los detalles. Cuando todo parece tan repetitivo no se da la apertura a lo
nuevo, a lo diferente, a la creatividad y por consecuencia, se genera un estado
de languidez caracterizado por desesperanza, desmotivación, decepción,
estancamiento, aburrimiento, resignación y poca capacidad de tolerancia a la
frustración. ¡Atrévanse a vivir nuevas experiencias!
LA FAMILIA AL
ENCUENTRO DEL OTRO
En
la exhortación apostólica del Santo Padre, Francisco: Amoris Laetitia, refiere en el diálogo un medio eficaz de relación
e interacción, pues supone la apertura y posibilidad del conocimiento del otro,
ya que es una práctica indispensable del día a día que permite expresar y
madurar el amor en la vida de la familia, entre la pareja y también con los
hijos. Si bien cada uno se puede encontrar en diferentes etapas de desarrollo,
tanto hombres como mujeres tendemos a usar códigos diferentes, influyendo o
condicionando nuestra comunicación en la manera y el tono de hablar, así como
forma en que respondemos.
De
esta manera, se abre la posibilidad de escuchar, ser receptivo, inclinar el
oído, hacer silencio en el interior y comenzar a atesorar cada palabra que se recibe
y se comparte. Se trata de fomentar continuamente el hábito de crear espacios
de calidad, soportados y alimentados de paciencia y atención, estos son dos
gestos muy importantes de preocupación por el otro y demostraciones de afecto.
Finalmente,
reconozcamos que para que el diálogo valga la pena, hay que tener algo que
decir, y eso requiere una riqueza interior que se alimenta de hábitos como la
lectura, la reflexión personal, la oración y la apertura a la sociedad. De otro
modo, las conversaciones se vuelven aburridas e inconsistentes.
Cuando
ninguno de los padres se cultiva y no existe una variedad de relaciones
sociales, la vida familiar se vuelve endogámica y el diálogo se empobrece.
CORAZONES UNIDOS
Por
vocación, la familia está llamada a contagiar en el amor «feliz el que ama al
otro tanto cuando está lejos de él como cuando está cerca de él” y no hay mejor
forma de vivir la vida que teniendo el corazón abierto y dispuesto con el otro»
-Papa Francisco. Sin embargo, pueden existir algunas fronteras o barreras que
impiden a la familia cumplir su misión de ser un lugar de encuentro en el amor,
por lo que los animamos a seguir en este recorrido, a su propio ritmo, siempre teniendo
presente que Jesús mismo el camino a seguir.
El
amor supera las peores barreras. Cuando se puede amar a alguien, o cuando nos
sentimos amados por él, logramos entender mejor lo que quiere expresar y
hacernos entender. Superar la fragilidad que nos lleva a tenerle miedo al otro,
como si fuera un “competidor”. El mayor miedo que experimenta un ser humano es
a la intensidad del amor, por lo que es muy importante fundar la propia
seguridad en acciones profundas, convicciones o valores, y no en la victoria de
ganar una discusión o tener siempre la razón.
Oración a la Sagrada Familia
Santa
Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y
cenáculo de oración, auténticas escuelas del Amor y pequeñas iglesias
domésticas.
“Que el
Señor te bendiga y la Virgen María te proteja”.
FUENTES DE CONSULTA
Amoris
laetitia: Exhortación Apostólica sobre el amor en la familia (19 de marzo de
2016) | Francisco. (2016, 19 marzo). www.vatica.va. https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html
Editorial
Verbo Divino. (1995). Biblia Latinoamericana Letra Grande (Edicion Pastoral
ed.). Editorial Verbo Divino.
Eso que
sientes se llama languidez. (2021, 19 julio). El Vigía.
https://www.elvigia.net/vida/2021/7/19/eso-que-sientes-se-llama-languidez-374285.html
Ruiz
Rodríguez G. La familia. Rev Cubana Med Gen Integr 1990;6(1). La familia
funcional y disfuncional, un indicador de salud (sld.cu)
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