Lic. Marlén Romero
Si bien es importante tomar las medidas necesarias
para preservar la salud física, hoy la salud mental y emocional es un tema
sumamente significativo.
Es cierto que ante la llegada de la pandemia algunos ámbitos importantes como la economía y el comercio se han visto seriamente afectados; de la misma manera y ante el confinamiento, la poca o nula actividad social están influyendo de forma negativa en la salud mental de la población.
Estar mentalmente sano
durante la infancia, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades
(CDC), significa alcanzar los indicadores del
desarrollo y emocionales, así como también puede significar aprender destrezas
sociales saludables y otorga herramientas para enfrentar los problemas que se
presenten. Por tanto, los niños que son mentalmente sanos tienen una calidad de
vida positiva y pueden desempeñarse bien en el hogar, la escuela y sus
comunidades.
En este sentido es conveniente además de cuidar la salud física de nuestros pequeños, echar un vistazo a los factores que pueden contribuir a su sano desarrollo tanto mental como emocional.
Seguridad y conexión
Comencemos con la revisión de una de las cuestiones
vitales: el sentido de seguridad y
conexión. Para generar esta sensación profunda de estar a salvo, el vínculo
y la conexión social son fundamentales, según los descubrimientos de la Teoría
Polivagal de Stephen Porges (2017) el nervio vago es el principal autor de esta
regulación social, el cual, a su vez, regula las expresiones faciales, el ritmo
cardiaco y la deglución. O sea que, a través de mirar y escuchar al otro,
instintivamente podemos sentirnos a salvo o en peligro.
Es cierto que la pandemia ha puesto en riesgo la estabilidad emocional de los adultos, sin embargo, y desde este parámetro, es necesario identificar cuál es el mensaje que envías a tus hijos.
ü 💗Tener las necesidades básicas cubiertas (nutrición
de calidad, descanso, movimiento físico, vestimenta y temperatura adecuada).
ü 💗Vivir en un ambiente positivo, que no sea nocivo o
estresante y que cuente con iluminación y ventilación adecuada.
ü 💗Cuidar los tonos de voz, las formas de pedir las
cosas y la manera de regañar o reprimir conductas.
ü 💗Reconocer las habilidades propias para enfrentarse
a los posibles riesgos (autoconocimiento y autoconfianza).
ü 💗Reconocer que se está en un ambiente libre de
peligro y que los adultos alrededor están a cargo de los cuidados.
Durante esta pandemia las habilidades como la
empatía y la resiliencia son clave para hacer frente a la realidad que nos ha
tocado enfrentar. De esta manera es trabajo de los adultos tomar las medidas
necesarias para favorecer, cultivar y cuidar
la infancia feliz de nuestros
pequeños y aprovechar las condiciones de la realidad que vivimos para generar fortaleza y esperanza.
El Liceo recomienda
Algunas recomendaciones para disminuir los efectos
negativos por las condiciones de pandemia y así cuidar la salud mental y emocional de nuestros niños son:
1. Asumir la responsabilidad de adultos y liberar a
los niños de culpas.
2. Cuidar la forma y tono de voz al pedirles que
sean cuidadosos.
3. Bajar la
expectativa con el aprendizaje y desempeño académico.
4. Limitar la exposición a información delicada.
5. Brindar información sobre el poder de su sistema
inmunológico.
6. Reconfigurar el discurso del virus haciéndolo
menos agresivo.
7. Evitar abusar de su capacidad de adaptación.
8. Ambiente armónico y con rutinas predecibles.
9. Manejo del estrés y salud mental en maestros y
padres de familia.
10. Brindar los recursos adecuados para su edad y
cubrir sus necesidades básicas.
Estamos seguros de que con estas estrategias, podemos
beneficiar el cariz mental y emocional de nuestros niños. Recordemos que la
salud mental de un adulto se define desde su infancia.
Bibliografía:
Centro para el control
y prevención de enfermedades (CDC),
2021. Revisado en: Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades
del Desarrollo (National Center on Birth Defects and Developmental
Disabilities, NCBDDD), Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Stephen Porges (2017). Teoría Polivagal.
Fundamentos neurofisiológicos de las emociones, el apego, la comunicación y la autorregulación. Ed. Pleyades.
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