Profra. Gabriela Álvarez Ponce, Directora de
Preescolar
La resiliencia es la capacidad de adaptarse y salir fortalecido ante
situaciones adversas. Se trata de un aprendizaje que comienza en la infancia y
se desarrolla luego durante toda la vida.
La resiliencia primaria la
proporcionan los primeros cuidadores, en general los padres, a través del apego
con el niño, mientras que la secundaria, se da más tarde a través de otras
personas y experiencias propias.
También
llamamos resiliencia a la capacidad de los seres humanos a no solo
mostrar un buen funcionamiento tras un trauma o una adversidad, sino inclusive transformarse
y desarrollar cualidades insospechadas. Una persona
resiliente no vuelve a su estado anterior, esta sale fortalecida de la dificultad, se desarrolla y
sigue proyectándose hacia el futuro.
Cuando
se habla de resiliencia infantil,
se aborda la capacidad de los niños a sobreponerse de situaciones traumáticas durante
sus primeros años de vida y desarrollar elementos positivos a partir de esas vivencias.
La resiliencia primaria equivale a los cimientos: si son firmes, la base es segura: "lo que nos sujeta cuando
sufrimos los terremotos de la vida". En cambio, si el niño careció de
apego y, por lo tanto, esos cimientos no están: "sujetamos el edificio
como se hace con las catedrales o casas colgantes que se sujetan unas a otras;
el adulto y el entorno sujetan al niño". Esa es la resiliencia secundaria.
Un dato clave que se debe tener en cuenta es que, la
resiliencia no es una capacidad estática
que se adquiere de una vez y para siempre. Por el contrario, la resiliencia
"se construye en el tiempo, es un proceso, un camino que se cuenta como el
relato de una vida"
LA
RESILIENCIA Y LOS NIÑOS DE PREESCOLAR
Es
posible que los niños muy pequeños no sean capaces de expresar sus ansiedades y
temores pues apenas aprendieron a caminar y hablar.
Si
bien usted puede pensar que son demasiado pequeños para entender lo que está
sucediendo a su alrededor, los niños pueden asimilar los sucesos aterradores de
las noticias o conversaciones que escuchan por casualidad.
Observe
en sus hijos señales de miedo y ansiedad que no puedan ser capaces de expresar
con palabras:
·
¿Están
sus hijos demasiado dependientes y necesitan más abrazos y besos de lo
habitual?
·
¿Comenzaron
sus hijos a hacerse pis en la cama o chuparse el dedo después de que usted
pensó que habían dejado atrás esa conducta?
Pueden
estar sintiendo la presión de lo que está sucediendo a su alrededor. Usted
puede usar diferentes estrategias que ayuden a sus hijos a expresar sus temores,
anímelos a usar o simular juegos para expresar lo que no pueden decir con
palabras.
Use
a su familia como un manto protector para sus hijos: envuélvalos en la estrecha
relación familiar y asegúrese de que sus hijos compartan mucho tiempo en
familia. Durante las épocas de estrés y cambio, comparta más tiempo con sus
hijos jugando, leyéndoles o simplemente estando cerca.
Los
niños pequeños en especial, adoran las rutinas y los rituales. Si la hora de
dormir es un momento para leerles cuentos a sus hijos, asegúrese de mantener
ese tiempo para los cuentos. Su hijo puede ser menos capaz de manejar el cambio
cuando está atravesando un momento especialmente difícil.
10 consejos para desarrollar la resiliencia en los niños
1. Establezca relaciones.
2. Ayude a su hijo(a) haciendo que ayude a otros.
3. Mantenga una rutina diaria.
4. Tómese un descanso.
5. Enseñe a su hijo(a) a cuidar de sí mismo.
6. Avance hacia sus metas.
7. Alimente una autoestima positiva.
8. Mantenga las cosas en perspectiva y una actitud positiva.
9. Busque oportunidades para el autodescubrimiento.
10. Aceptar que el cambio es parte de la vida.
Referencias bibliográficas:
https://www.apa.org/
Comentarios
Publicar un comentario